Espinas
A Ana le encantan las flores, el tacto sedoso de los pétalos sobre la piel, el olor, sus colores.
Hay veces que las compara con las palabras y se ríe buscando metáforas invisibles con las que casi nunca acierta.
Cuando se pincha con una espina, cuando sangra, piensa que también a veces las palabras pueden hacer mucho daño.
Durante un rato se queda en silencio o mira las flores desde lejos, pero al final vuelve a cortar los tallos porque está segura de que nunca duele tanto una infección como una ausencia.
5 comentarios:
GUSTA ME GUSTA ME GUSTA.
Nunca duele tanto una infeccion como una ausencia. Joder que gran cosa a aprender.
Besillos desinfectantes.
demasiado profundo para mi solitaria neurona, uff que simple soy
Espero que la ausencia sea como una pequeña espina, que duele, pero que se cura también con las palabras.
Beso
Todas las ausencias nos provocan un vacío enorme...
Muy bueno!
Las espinas salen.
;-)
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