Concurso de micros entre amigos
Esta vez nos reunimos un grupo de amigos y decidimos concursar entre nosotros con un microrrelato. La primera frase es la que aparece en negrita, el resultado...el resto: palabras, risas, cañas y abrazos. Merece la pena aprender juntos :-). Gracias a todos por estar ahí.Lo limpiaría ella si hubiera sucedido, pero aquella noche Marcos ni siquiera contestó sus llamadas.
Le juró que estarían juntos cuando llegara el momento y que se encargaría de deshacerse de todo, que ella solo tendría que limpiarlo. Insistió en que no se preocupara, pero estaba acostumbrada a promesas que nunca se cumplían y empezaron los dolores.
Amaya nunca tuvo suerte con los hombres y esta vez no iba a ser distinta, no tendría valor para hacerlo sola.
¿Ahora qué? –se dijo en voz alta.
Una punzada de dolor la hizo caer sobre la cama. En silencio, empezó a llorar e imaginó un segundo cómo sería su primera sonrisa.
Se levantó como pudo y escondiendo en el armario las bolsas y los trapos que había preparado, reunió el valor para coger el teléfono, marcó el 112 y pidió ayuda. Le temblaban las manos.
Mientras llegaba la ambulancia, calculó los intervalos de las contracciones intentando no empujar. Era la primera vez que tomaba una decisión en su vida, la primera también que se sentía importante para un hombre, por pequeñito que fuera.
Todo fue muy rápido. Cuando lo pusieron sobre su pecho y dejó de llorar, se olvidó de Marcos, de las promesas y de cómo limpiaría todo si hubiera sucedido de otra manera.
Le juró que estarían juntos cuando llegara el momento y que se encargaría de deshacerse de todo, que ella solo tendría que limpiarlo. Insistió en que no se preocupara, pero estaba acostumbrada a promesas que nunca se cumplían y empezaron los dolores.
Amaya nunca tuvo suerte con los hombres y esta vez no iba a ser distinta, no tendría valor para hacerlo sola.
¿Ahora qué? –se dijo en voz alta.
Una punzada de dolor la hizo caer sobre la cama. En silencio, empezó a llorar e imaginó un segundo cómo sería su primera sonrisa.
Se levantó como pudo y escondiendo en el armario las bolsas y los trapos que había preparado, reunió el valor para coger el teléfono, marcó el 112 y pidió ayuda. Le temblaban las manos.
Mientras llegaba la ambulancia, calculó los intervalos de las contracciones intentando no empujar. Era la primera vez que tomaba una decisión en su vida, la primera también que se sentía importante para un hombre, por pequeñito que fuera.
Todo fue muy rápido. Cuando lo pusieron sobre su pecho y dejó de llorar, se olvidó de Marcos, de las promesas y de cómo limpiaría todo si hubiera sucedido de otra manera.
5 comentarios:
¿Con quién me tengo que pelear por la primera frase? ¿Con el Talibán?
Pa' lo chungo que era, has salido con mucha dignidad :-)
Un micro de altura para un comienzo que se las traía. Enhorabuena! Por todo...
Quién ganó?
Besosss
No sé en qué estaría pensando la primera vez que lo oí, pero ahora lo releo y me encanta.
Ay… la falta de concentración dicen que es otro síntoma.
Me encanta niña.
Un beso fuerte!!
pues así de entrada no es una frase sencilla pero, tras leerte se ve que da mucho juego...
un besote
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