Nota sobre mi cocina
Alguien que me quiere más por lo que soy que por lo que escribo, me pidió que no continuara el relato de Sonidos y silencios, que lo dejara así.
Y alguien que me quiere más por lo que escribo, me pidió lo contrario.
Mientras, mi cocina se fue llenando de gente. Chiki trajo su Nespresso (sin Clooney) y nos la prestó.
No sé qué tendría su café, pero creí escuchar la voz de Manuel desde el frasco del azúcar desgañitándose, así que abrí el tarro y me puse a escribir. Algún alma caritativa también tachó.
Gracias por haber esperado aunque se acabaran las galletas.
1 comentarios:
Yo que no te quiero (todavía) prefiero que decidas tu misma que hacer con el relato.
Abrazos
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