16 julio 2008

Un geranio por una sonrisa


Me he despertado en un sofá que no era el mío, acurrucada entre palabras que no hacía falta decir. Mi pelo huele a geranio.

La magia de los sueños.

El día terminó con una lágrima. Pensé que ya no las tenía a fuerza de aguantarlas, pero apareció un mago y me regaló una flor y un abrazo.

Creo que habló de paciencia, no lo sé, porque hoy no entiendo de idiomas. Sonreímos en silencio.

No quise acercarme más, temía que desapareciera al rozarle. Y me quedé dormida dibujando una sonrisa.

3 comentarios:

Blogger Hache ha dicho...

Tengo una sonrisa y un abrazo para regalar. Se las daré a tu mago. Por hacerte soñar un ratito. Hay que mimarlos, nos hacen tanta falta a veces. Como las hadas.

17 de julio de 2008, 10:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

????, ves en textos así es donde los que no somos de la secta nos perdemos, que intenso, que profundo, que sentimiento, que... coño es?, vamos que me pierdo, debo tener una mente obtusa y rara

17 de julio de 2008, 11:58  
Blogger Maria Coca ha dicho...

Pero qué bonito... No hace falta nada más. Ninguna letra más. DIsfruta de ese olor y ese sueño vital.

Besosss

18 de julio de 2008, 16:23  

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